Harlem Nocturne

dilluns, 5 de juliol del 2010

Final para un cuento fantástico, d' I. A. Ireland. Proposta d'exercici lúdic

L'autor del conte que avui us proposo és un enigma. I. A. Ireland. No se'n sap gaire res. Ni tan sols si va existir de veritat o si el seu nom era aquest. Les referències que tenim provenen de Borges i de la seva Antología de la literatura fantástica, on el relat està inclòs.

El text és molt conegut, el paradigma del microrelat de fantasmes. Una història que he llegit moltes vegades i que feia força temps que volia compartir amb vosaltres.

Tanmateix, negrots, avui em sento inspirada i he decidit anar una mica més lluny. Així que he pensat de proposar-vos un joc divertit.

Com que el relat, com el seu títol indica, pretén ser el final d'un conte, jo us commino a escriure'n el començament. S'accepten totes les versions que us passin pel cap, amb la condició que siguin breus i que lliguin amb el desenllaç del misteriós Ireland.

Què us en sembla? Espero les vostres creacions amb impaciència, negrots!
Apa, a escriure!


Final para un cuento fantástico

-¡Qué extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada!
La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.
Pasó a través de la puerta y desapareció.

15 comentaris:

Shaudin Melgar-Foraster ha dit...

Ja l'he llegit i votat. Em sap greu, pero no tinc temps d'escriure el principi del conte.
Petons.

Jordi Canals ha dit...

Llovia y la noche era tan obscura que tropezaron con el peldaño de una escalera. Con los ojos plenamente rociados de agua no pudieron apreciar si havia alguna luz en el edificio que aparecia. De pronto, se encontraron en un rellano frente a una inmensa puerta. Estaba entrabierta.

Anna Maria Villalonga ha dit...

Gràcies, Jordi. Magnífic començament.
Animeu-vos. En necessitem més, amics!!!!

Anònim ha dit...

ERA UNA NOCHE ESTRELLADA, UNA CÁLIDA TEMPERATURA. JORDI VOLVÍA DE SU TRABAJO ALEGRE y FELIZ. TENÍA UNA CITA CON UNA MUCHACHA QUE VIVÍA EN UNA CASONA A LAS AFUERAS DEL PUEBLO, SE ADENTRÓ EN EL JARDÍN I LLAMÓ A LA PUERTA.

MARIBEL

Unknown ha dit...

Cuando abrió los ojos el hombre no recordaba nada de lo que había pasado las últimas horas. Aquella muchacha le había hipnotizado...quién era?Dónde estaba?
Ahora se veía caminando a su lado con paso indeciso y vacilante. Ella parecía intranquila, como si viera algo que no tendría que estar ahí...

Anna Maria Villalonga ha dit...

Visca la creativitat, amics.
Més, més.

Elies ha dit...

Después de un mes siguiendola en silencio a todas partes, no reparó en que esta vez lo había dirigido hasta un cementerio.
Cuando ella se dirigió hacia el panteón, él la alcanzó, situándose a su lado por primera vez.
Ella empujó la inverosímil puerta para entrar...

Jordi Gomara (itaca2000) ha dit...

Él siempre se había sentido el centro del mundo. Las mujeres caían a sus pies. Simpre las había utilitzado para su satisfacer su sed de sexo. Sexo rápido. Nunca le interesó nada más en una mujer. No tenía estima por nadie, ni tan sólo por él mismo. Perdió varios amigos por el camino porque siempre seducía a sus novias y mujeres para sentir que él resultaba más atractivo para las mujeres que sus amigos y que las mujeres eran totalmente manipulabes; una presa fácil. Ella salía de la estación del tren y llovía, la invitó a subir a su coche para acompañarla. Por el camino empezó a utilizar sus viejos y aprendidos recursos de seducción, hasta que parando en un lugar apartado de la carretera, él la abordó, la besó, empezó a introducir la mano por debajo de su falda. Ella le dijo:
- Ven conozco un lugar donde podemos estar tranquilos
El lugar estaba muy apartado del camino, muy adentro del bosque. Allá a lo lejos, entre la lluvia, divisó una pequeña casa rodeada de una exhuberante vegetación. Parecía abandonada. Se acercaron. La puerta está abierta y entraron. Echaron un vistazo al interior que se mantenía en penumbra. No parecía que hubiera ventana alguna, ninguna entrada o saliea más que la puerta que se mantenía abierta Por si acaso intentaron no hacer mucho ruido. La chica se volvió hacia la puerta de la entrada

Anna Maria Villalonga ha dit...

Ostres, Gomara. Em sembla que vas guanyant.
Gràcies, creatius negrots.

Llaudal ha dit...

Las bodas son lo que son: un esfuerzo sostenido para mantener el clima de fiesta durante largas horas. Llevábamos como una hora de orquesta y baile. Bailar con mi mujer ya había agotado toda mi buena voluntad. El aburrimiento acosaba y el alcohol era la ayuda más directa para mantener el inacabable esfuerzo. Por eso me hallaba por tercera vez haciendo cola enfrente a la barra del bar. Con mi mirada iba barriendo parsimoniosamente el entorno. Giré una vez más la cabeza y me quedé estupefacto. No podía creer que detrás de mí se hubiera colocado una joven que era la imagen exacta de mi ideal de belleza: delgada, grácil, rubia, pechos sobresalientes y unos ojos azules que me sonreían. ¿Será verdad que la realidad supera a la ficción? Sí, sonreía. En mi turbación, sólo salió de mi boca un escueto hola. Y me volví de nuevo hacia delante para no parecer grosero: nos separaban muchos años. Ni siquiera había esperado su respuesta. Hola, me llamo Deseo, escuché a mis espaldas. Su voz desenvuelta me dio ánimos para girarme. ¡Qué bella, Dios mío! Estaba aturdido por lo inesperado de la situación, pero su tranquila mirada me animaba a proseguir. Durante unos minutos hilvanamos un diálogo anodino sobre la fiesta, pero la conversación dio un giro inesperado cuando ella se puso a hablar del aderezo de las mujeres. Llegamos a la conclusión que detrás de tanto afeite, de tanto vestido ajustado y escote generoso se entreveía una fantasía sexual que solía acabar en frustración. Y convenimos que mujeres y hombres fantaseábamos por igual y en el mismo sentido. De pronto, su mirada se hizo incisiva a la vez que firme y tras un segundo de silencio me dijo: sígueme, a distancia, pero sígueme. Yo sabía lo que deseaba, pero no lo que quería. Estaba jugando con fuego. El alcohol ingerido vino en mi ayuda para dejar de pensar y decidirme. Cruzada una de las puertas que se adentraban en la masía convertida en restaurante, la encontré en medio de un pasillo. Parecía que conocía los vericuetos del lugar. Cogí su mano dispuesto a dejarle la iniciativa. ¡Qué tacto el de aquella mano! Atribuí a los efectos del alcohol que me pareciera vaporoso y inconsistente. ¿Cómo había dicho que se llamaba? Deseo. Aquella mano me parecía tan extraña como su nombre. Pero no estaba para elucubraciones. En aquel momento mis ansias y mi voluntad ya se habían aunado. Entreveía el final fantaseado y sólo pensaba, si pensar podía, en dejarme conducir. Ya teníamos enfrente la puerta de la habitación que iba a albergar nuestro gozo compartido.

Anna Maria Villalonga ha dit...

Ai, ai, ai. El jurat (que sóc jo) comença a tenir-ho difícil. En fi. Donaré un termini de 4 dies més per a noves propostes.
Un cop passats, anunciaré el guanyador i el premi.
Gràcies, Narcís, per una feina tan acurada.
Sou la pera, amics.

antoine marti ha dit...

Fue muy parecido a hoy, bombillas de colores, una mesa que hacia mucho olvidaron de limpiar, el olor a sudor del camarero, agudos corridos de desamor y una botella de tequila vacía.

Lo mire con mis ojos negros, sabia que era demasiada tentación, yo era lo único hermoso que su mirada etílica percibía, se acerco y creo que que hice lo mejor para él

Pasa y acomodate, mientras te cuento como acabo la historia de aquel gringo que tanto me recuerdas

Le dije:

Anna Maria Villalonga ha dit...

Gràcies, Antoine. Molt imaginativa la situació mexicana.
Mmmmm. Se'm complica la cosa cada cop més.

electra ha dit...

Acabaven de sortir de la sala de festes on s'havien trobat per celebrar, enguany, el Carnaval. L'Home hi havia anat tot sol, fruit d'un rampell eixelebrat en despertar de cop al son de la suau si bé alhora vertiginosa cadència del "Danubi blau". I s'hi va apropar tal qual: amb camisola de dormir i estrenyecaps.
Es va fixar de seguida en la Noia: era alta, esbelta, i anava abillada de Scarlet O'Hara: amb la mirada fulgurant, ferma, despòticament sincera.
Van dansar i dansar, sota l'ardència de la claror de la lluna penetrant a cor què vols pel finestral.
I a la mitja part van decidir sortir a refrescar-se i a prendre un pastís i una absenta.
"Sé d'un lloc que en trobarem de saborosa...", va dir la Noia.
L'Home es deixà conduir. Ella el guiava per carrerets i carrerons del barri gòtic, a Ell li semblava de no acabar mai de parar de dansar en rodó, a ritme de vals.
Fins que...

Anna Maria Villalonga ha dit...

Gràcies, Electra. Està superbé. Diumenge se sabrà el guanyador!!!!